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lunes, 22 de febrero de 2010

Composición Nº 11. Causa: Los Mosquitos.



Él dice: Hay demasiada muerte en tu cabeza nena…
Yo retruco: No sólo en mi cabeza pibe, a mi alrededor también…


Capaz que a mediados de febrero fue cuando todo comenzó, en el Chaco, provincia sin exóticas bellezas naturales que explotar. Una epidemia de mosquitos arrasaba con los transeúntes, con los que se sientan en la vereda a tomar mate y con cualquier ser humano que este a su alcance. Las lluvias de la semana anterior no solo dejaron humedad propicia para que haga mas calor, sino que también criaderos de mosquitos que ahora ávidos de sangre de cualquier tipo y factor sobrevolaban la ciudad…ese día los fabricantes de Off acrecentaron sus arcas, pero los periódicos locales prefirieron retratar en sus tapas el triunfo de Argentina frente a Francia con el 10 de D.T, creo que por aquel entonces ningún medio de prensa quiso ser Casandra para vaticinar lo que venia.
Fue así que al día siguiente, viernes trece según la tradición, comenzaron a aparecer en las guardias de hospitales y sanatorios personas con el mismo cuadro: fiebre, deshidratación y manchas alargadas cubiertas de sangre. Primero se diagnostico lo obvio, deshidratación por el calor, pero las manchas hacían prever que el diagnostico era errado. Así durante los días siguientes los casos fueron acrecentándose y las provisiones de suero se hicieron escasas. Hasta que ocurrió lo obvio, una embarazada de seis meses falleció en una de las guardias victima de las ya para entonces, letales picaduras de los mosquitos.
Ya para el día de los enamorados las cosas fueron empeorando. Las tropas de  mosquitos continuaban sobrevolando la ciudad pero ya con notables bajas a causa de los manotazos para matarlos y de intoxicaciones varias por los insecticidas que obviamente habían subido obedeciendo la ley de oferta demanda. Lo que también se incremento fue el número de victimas fatales y graves a causa de las picaduras. Los periódicos locales comenzaron una campaña informativa para alentar a los ciudadanos a concurrir a las guardias del hospital para colocarse una vacuna preventiva. Este hecho provoco que a las dos horas de disparada la noticia interminables colas de ciudadanos malhumorados y aterrorizados súper poblaran todos los centros de atención de la salud donde las vacunas, para variar, escaseaban así que para conformar a la mayor cantidad posible, las dosis fueron racionándose según la edad y sobre todo la condición social…se cree que las autoridades sanitarias prefirieron tratar de dejar contentos a casi todos antes que confesar que la vacuna era inerte, pero vaya uno a saber
La cosa es que para la tarde el caso ya había aparecido en las graficas de un canal amarillista de cable con repercusión nacional y esto no le gustó mucho a la que oficiaba de intendenta, quien de inmediato abandonó el spa donde se encontraba y ordenó una fumigación masiva de la ciudad. Dicen que se le escuchó decir justo en ese canal teníamos que salir. ¡Eso es injusto, por qué a mi!, tendríamos que aparecer en el otro donde labura ese bombonazo de G. A. Así fue que entrada la noche parvas de mosquitos yacían muertos por toda ciudad. Vecinas y barrenderos aunaron sus escobas para borrar ese espantoso panorama. La intendenta hacia declaraciones a los medios festejando su brillante idea y alegando que la demora en la fumigación fue a causa de un piquete aéreo  provocado por la gente de defensa de los derechos de los animales. Supongo que nadie lo creyó, pero como ya no había mosquitos asechando a la población, todos avalaron semejante declaración de ineptitud.
Horas mas tarde ya nadie hablaba del tema y algunos salieron a festejar el día de los enamorados y los que aún permanecían en los hospitales eran atendidos sin tanta presión.
En una de las rondas de las guardias un médico practicante tuvo la brillante idea de ordenar un análisis de sangre para estudiar un poco más a fondo ese extraño caso de muerte por picadura de mosquitos. Fiebre amarilla no era, dengue tampoco así que este medico se desvelo comparando análisis de sangre y ordenó la autopsia de por lo menos 20 de los fallecidos. Así a los dos días llegó a la conclusión de que las muertes fueron causadas por una intoxicación por el agua en pésimo estado ya que todas las víctimas fatales provenían del mismo barrio y que los demás casos aparecidos eran producto del pánico mediático.   
Esa tarde se efectuó un acto en homenaje al brillante descubrimiento del médico. Las autoridades sanitarias se jactaban de la excelencia de sus profesionales médicos; la intendenta se mofaba de que la culpa de las trágicas muertes eran del ente provincial del agua y no de la demora de su gestión y durante un tiempo los vecinos se sintieron recompensados ya que por varios meses fueron liberados de pagar las boletas de agua.

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