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Cápitulo 1: Hombre meditando en la barra sin otro humano tangible

Esto loco y vivo en un bar...o lo que es peor, estoy en un bar y vivo loco.Imaginate López si cada paso que creo que doy está marcado de antemano por la súbita mano del azar.
¡Asi ya no hay quien se aguante loco!, deberia haber largado todo el rollete familiar a la mierda y dedicarme a ser poeta. Te diste cuenta de que a veces trato de que cada palabra sea un encadenasílabo perfecto que mate hasta al más desprevenido de los hijos de puta burocratas. Que cada vez que empiezo algo quiero que rime consonánticamente. ¿Te diste cuenta López?, yo hubiera sido un buen poeta o por lo menos eso me iba a acreditar para avalar mi chamuyo de gil acartonado...
Vos sabes que el otro día me estaba acordando de mi vieja...ella capaz hubiera estado orgullosa de mi. Sabías que me puso de nombre Matías porque su vieja en su ultimo rapto de lucidez le vaticinó que iba a tener un hijo varon que se iba a llamar Matías. Despues el alemán que la asechaba desde hacia años la atrapó nomás y la encerró en un callejón de dudas y desde ahi mi vieja se vino a pique y no quiso sonreir nunca más. Capaz mi vieja también hubiera sido una buena poeta, pero tuvo que ser racional y meditar cada paso que daba. Se amargó con el resto del mundo digamos, pero conmigo hacia una excepción y de cuando en cuando se mostraba afectiva. Me pregunto dónde estará escondida ahora.
Pero bueno, López, las mujeres son así...desaparecen cuando se agotan.
Pero por lo que veo vos tambien te me estás agotando, taambién me estás traicionando como este dejo de cordura que me hará volver mañana a levantarme y ser un chico formal que atiende llamados del call center de 9 a 16. Pero por ahora me hace bien sentirme un tango con vos. Tenes ese extraño afecto a escuchar y callarte la boca. Parece que entendieras que tu único atributo vocal es verterme cada vez más veneno para riñones o hígados o los dos, no importa...pero ¡que borrachera galáctica que me voy a pegar!.
Así nomás es chamigo, me di cuenta de que vivo en el bar y estoy loco, pero no soy el único...todos de vez en cuando caemos en el peor de los bares a olvidarnos de nosotros mientras dura una botella, total para recordar nuestras miserias tenemos todo una existencia de sobriedad.